Por el Dr. Sam Rehnborg, autor invitado
Es conmovedor ver tantos ejemplos de resiliencia y compasión en los titulares de las noticias.
Las paredes de cristal pueden separar a los más vulnerables de sus seres queridos, pero el cuidado y el amor siguen a la vista. Puede que las personas mayores deban quedarse en sus casas, pero los vecinos están ayudándolos comprando suministros o dándoles una mano.
Es importante darse cuenta de qué tan conectados estamos todos. Si nos concentramos en mantenernos saludables y positivos, será más sencillo abordar la incertidumbre que tenemos por delante. Además, mientras mejor nos cuidemos, más podremos ayudar a quienes nos rodean.
Elige más alimentos que apoyen tus defensas inmunológicas
Siempre es un buen momento para que tu positividad y optimismo brillen. ¿Qué mejor manera de comenzar que concentrándote en una dieta saludable para apoyar las defensas inmunológicas de tu cuerpo?
Ya sea que vayas a la cocina para preparar más comidas caseras o que pidas comida a tu casa, te animo a mantener las opciones de alimentos saludables en primer lugar.
Por supuesto, antes de preparar o comer cualquier alimento, es importante lavarse las manos con agua limpia y jabón durante al menos 20 segundos. Y, mientras piensas en cada comida y refrigerio, pregúntate: «¿Cuál es la mejor elección que puedo hacer para apoyar mi defensa inmunológica?»
Para inspirarte, aquí te contamos sobre cinco nutrientes esenciales que apoyan el sistema inmunológico e ideas de alimentos que puedes agregar a tu menú ahora y durante todo el año:
1. Vitamina C
Dentro de todos sus beneficios, la vitamina C es más reconocida por su función en la salud inmunológica y por ser un antioxidante. Sin ella, sería muy difícil mantener las membranas protectoras que recubren tu nariz, boca, garganta y tracto intestinal.
Las frutas y verduras frescas, especialmente las naranjas, los limones y otras frutas cítricas, son las mejores fuentes alimenticias. Sin embargo, no debes pasar por alto las opciones congeladas, ya que la congelación ayuda a retener la vitamina. De hecho, los alimentos congelados comercialmente son, a menudo, más altos en vitamina C que sus equivalentes frescos enviados desde largas distancias y almacenados en estantes de supermercado.
2. Zinc
El zinc es fundamental para una inmunidad saludable, en gran parte, porque es necesario para el funcionamiento óptimo de las células inmunológicas. Además, el zinc ayuda a mantener la integridad de la piel y las membranas protectoras que recubren la nariz, la boca, la garganta y el tracto intestinal.
Encontrarás zinc en la carne, el pescado, las aves de corral, la leche y los productos lácteos, pero no olvides las fuentes vegetales como las nueces, los cereales enriquecidos, los garbanzos y otras legumbres y granos enteros.
3. Vitamina A
La vitamina A ayuda a mantener la integridad de tu piel. De esta manera, apoya la primera línea de defensa de tu cuerpo contra los invasores externos. Además, la vitamina A desempeña un papel fundamental en la capacidad de los glóbulos blancos para hacer su trabajo. Todo eso es bueno para la salud inmunológica.
Los alimentos de origen animal son una fuente de vitamina A (retinol) preformada, pero no debes olvidarte de los alimentos de origen vegetal que contienen carotenoides como el betacaroteno que se convierten fácilmente en vitamina A en el cuerpo. Por esta razón, una de las maneras más fáciles de aumentar tu ingesta de esta vitamina es agregar más frutas y verduras a tus porciones diarias, especialmente las variedades naranjas, amarillas y verdes.
4. Vitamina E
Aunque la mayoría de las personas reconocen la vitamina E como un antioxidante poderoso, también apoya las defensas inmunológicas del cuerpo. ¿Por qué? Las moléculas y las enzimas de las células inmunológicas usan vitamina E para ayudar a mantener un funcionamiento óptimo.
Casi cualquier comida o refrigerio es una oportunidad para aumentar tu ingesta de vitamina E. La encontrarás en una amplia variedad de alimentos como cereales fortificados, aceites vegetales, semillas, frutos secos y mantequillas a base de frutos secos. Las frutas, las verduras y el pescado también son buenas fuentes.
Coloca algunas semillas de girasol sobre tus huevos revueltos en el desayuno. Toma un puñado de almendras como refrigerio de mediodía o sirve una ensalada de espinaca con unas gotas de aceite de oliva durante la cena. Todo suma para apoyar más a tus trabajadoras células inmunológicas.
5. Vitamina D
En el cuerpo, la principal forma circulante de vitamina D (1,25-dihidroxivitamina D) ayuda a apoyar la función inmunológica. Los expertos en nutrición atribuyen esta acción a un receptor intracelular de vitamina D y a las enzimas clave extraídas por las células inmunológicas que metabolizan la vitamina D. Por lo tanto, es importante no escatimar en esta vitamina esencial.
Sí, puedes producir vitamina D en tu piel a partir de la luz solar, pero puede que no sea suficiente. Por lo tanto, asegúrate de agregar fuentes alimenticias a tus porciones diarias. El pescado graso, las yemas de huevo y el queso son fuentes naturales y otros alimentos estar fortificados con vitamina D.
Por supuesto, puedes suplir cualquier brecha de nutrientes entre lo que tu dieta proporciona y lo que tu cuerpo necesita incluyendo una multivitamina en tu rutina diaria.
Concéntrate en lo que está bajo tu control
Si bien puede parecer que tenemos poco control sobre el medioambiente o la economía, recuerda que tenemos control sobre cómo reaccionamos y nos adaptamos.
Piensa positivo y cuídate a ti y a los que te rodean.
Para leer el blog completo del Dr. Sam sobre la salud inmunológica, visita drsamsblog.com. Y si quieres conocer más sobre los productos Nutrilite que se mencionaron aquí, visita Amway.com o Amway.ca.
Muchas gracias por su valiosa información Doctor
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Nos ayuda mucho
Gracias…
Hola Jose,
¡Me alegra escuchar que la información fue útil!